Cuando llegamos a esta encarnación en este plano, sólo sabemos que estamos aquí y, hasta cierta edad ni de eso tenemos certeza. En TRE existe un concepto que hace me sentido a esto “falta de realidad en la caída“, ello hace mención a que nuestra alma aún no tiene la consciencia de estar aquí. Luego y con los años, tenemos el 100% de certeza de que estamos en el aquí y ahora. Respecto a esto la primera pregunta que me viene a la cabeza es ¿En qué momento nos olvidamos de que en un comienzo no sabíamos de esto y luego, lo sabemos todo o todo viene desde cierto conocimiento estándar transmitido y aceptado? La segunda pregunta es ¿En qué momento nos conformamos sólo con libros y textos concretos que nos entregan cierto “piso” de sabiduría, entendimiento y conocimiento? y la última es ¿En qué momento nuestra consciencia nos dijo: el conocimiento sólo está en textos y la experimentación debe centrarse sólo en cosas concretas? Creo que en ese punto, el famoso despertar, desapareció.

¿Cómo saber si estamos en un proceso u otro?

No tengo la más mínima idea de en qué proceso estamos, estoy o hacia donde vamos más allá de esta vida. Sí creo que la primera luz de algo es no tener certeza de lo concreto que nos presenta la vida, quién lea esto dirá ¡¿ PERO CÓMO?! Justamente, pero como. El no estar 100% seguro de algo o no tener la certeza perfecta de algo, nos invitará a observar y experimentar nuevas formas de conocimiento y aprendizaje.

Puede ser que en todo proceso, desconocido por lo demás, existan ciertos parámetros que nos indiquen que estamos entrando en “algo”, pero quién sería yo u otro, para establecer un “desde” a esto. Quizás pueda narrar mi experiencia y del cómo pude llegar a ver y sentir otras formas no escritas en libros, ensayos o estudios, pero eso sería mejor contarlo en persona (es más entretenido).

Por lo general veo y leo en redes sociales muchos “tratados” sobre el despertar, certezas y palabras concretas que si las cumples harán un llamado a tu ego de manera automática, puesto que te situará sobre otros al pensar “QUE DESPIERTO QUE ESTOY!!!”. Puede ser que algunos no tengan ninguna señal de esas en sus vidas y que incluso, no las necesiten.  Por lo mismo no creo poder establecer un tratado sobre “la sintonía del despertar”.

Me pregunto: ¿Si somos seres únicos e irrepetibles, viviendo distintas experiencias terrenales, según nuestro libre albedrío, tiempo y ritmo, acaso será que el famoso despertar será igual para todos? La primera respuesta que se me llega es: “depende” y luego un “no”. Como todos somos distintos en forma, tiempo y ritmo, es muy difícil establecer un patrón de comportamiento hacia ese despertar, cada uno tendrá su manera, como también cada uno tendrá aversión o avidez por algo. Quizás algunos no obedezcan a ciertos patrones del tipo “si vas por este camino, vas bien”, “si te alimentas así sentirás la energía del universo”, “si todo el día miras la hora en números iguales (famoso el 11:11)” o quizás practicas alguna forma de meditación o ejercicio en particular. Con esto no quiero establecer una realidad o indicar que esto está mal o bien, sólo lo comento a modo de ejemplo de que, una estructura determinada para “lograr algo”, muchas veces es generada por el consciente colectivo o por un consenso entre partes.

Desde que llegamos a este plano estamos “despiertos”. En el proceso parece que nos tomamos una larga siesta.

La doctrina

Para algunas cosas me gusta la estructura que el adoctrinamiento nos da, para otras no. El despertar es un proceso constante, nuevo y que se renueva día a día (eso creo yo). Pero que pasa con las doctrinas y enseñanzas (escolares o universitarias) de libros o textos de todo tipo. Si a la universidad uno va a obtener el conocimiento “universal”, ¿Por qué en cierto punto nos cerramos a sólo una realidad y salimos pensando prácticamente en nuestro éxito social, político, religioso, cultural y económico sobre todo? Por haber estudiado una carrera u otra, no significa que no puedan existir formas distintas de algo sobre algo. Cabe señalar que en cierta época del planeta se perseguía a brujos y brujas por practicar la “hechicería”, puesto que sólo DIOS daba y quitaba la vida. Las vilipendiadas brujas y brujos, sólo practicaban la medicina cuando nadie entendía de ello, y que usaban para sanar, lo que la naturaleza les brindaba. Por ahí uno que otro rey, quizás más despierto que otro, creía en sus magos más que en sus clérigos. A lo que voy con el ejemplo, es hacer notar el cruce de la observación de algo sobre algo, bajo otra perspectiva que nos lleva a observar, experimentar, aprender y mejorar (podría acercarse a quizás, una forma de despertar).

Cuando creemos saber todo y no aceptar otras realidades, pienso que caemos en el egoísmo más grande que podamos tener, puesto que este es con uno. Si nos atreviésemos a otras formas de comunicación, sanación, aprendizaje, experimentación, observación (con los ojos) y visión (con la intuición), quizás podríamos acelerar nuestro proceso de despertar, puesto que estaríamos eliminando las barreras que nos limitan a nuevas realidades e incluso formas.

Dar terapia, no significa estar despierto.

Desde mi perspectiva el proceso de despertar se da durante toda nuestra vida y termina en esta encarnación con la muerte del cuerpo físico. El dar o entregar terapia del tipo que sea, no significa que estemos conscientes 100% de ellas, ni menos que estemos 100% despiertos quienes las practicamos. Como en todo orden de cosas hay diferentes visiones, formas y experimentaciones. Creo que una primera visión de estar conscientes de este despertar, es poder observarnos y observar el entorno, empatizar con otros puntos de vista y no querer o desear establecer una única verdad de algo. Creo que dar terapia es muchas veces ayudarse y ayudar a otros a experimentar una nueva forma de ver un momento determinado de su vida y con esa nueva forma o perspectiva, sanar internamente (energía) lo que el cuerpo físico ya no puede tolerar.

Finalmente y para no seguir escribiendo, el poder narrar más o menos bien esto de la percepción del famoso despertar (casi suena a jedi) no hace mención a nada en especial más que hacer o practicar la observación consciente de nosotros y nuestros actos. En cada uno de ellos existirá la responsabilidad de algo sobre algo.

Para mí el poder escribir estos artículos sobre lo que pienso y creo, es parte de mi proceso de despertar. Me gusta ver la hora en números iguales, es una bonita creencia, me ocurre a diario, pero no significa que esté en otra dimensión.

 

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