Cuando pensamos en estos 3 aspectos, por lo general, nos imaginamos que nada nos faltará, y claro, que podemos hacer todo lo que se nos ocurra y obvio! Seremos felices!!! (POR FIN)… La famosa búsqueda de la felicidad, promocionada por tantos y que muchos pasan la vida tratando de alcanzar e incluso, pudiendo llegar a frustrarse a niveles insospechados por no “lograrlo”.
¿Qué sería de nosotros sí permanentemente tuviésemos la consciencia de observar y agradecer diariamente nuestra abundancia, prosperidad y amor? ¿Sería posible con esto comprender que efectivamente somos “felices” o que dicho estado es sólo una expresión de un momento determinado de nuestra vida? Ejemplo: Si escucho un tema musical que me gusta o como algo que me encanta ¿Seré feliz el tiempo que esto dure y nada más? ¿Vendrán más momentos finitos y limitados de felicidad en mi vida o de prosperidad, abundancia y amor? Si estos son un estado, como los estados de la materia ¿No estarán en constante cambio?
¿Cuál es la idea de este post?
Primeramente comprender que somos abundantes, prósperos y amorosos, y si no, dar una luz o atisbo de ella para que podamos detenernos y contemplar nuestra dicha del ser y estar.
Día a día viviremos momentos abundantes y prósperos. Ambos estados nos ayudarán a encontrar el amor. Pero si pensamos en el amplio sentido de cada una de estas palabras y no sólo en lo “concreto o tangible” de ellas, será qué ¿Podríamos establecer una nueva, única y particular forma de abundancia, prosperidad y amor para nosotros que quizás sea la correcta?
Estos aspectos pasan por nuestra retina y consciencia antes de manifestarse, ello se debe, a que por lo general establecemos diversos parámetros sobre algo y comparándonos con un otro. Si definimos nuestra abundancia observando al multimillonario de moda ¿No estaremos un poco lejos de lograrla? ¿No será que estaremos dictaminando una forma egoica, ansiosa, codiciosa y avariciosa de crear una realidad en nosotros, que por ABC motivo, nunca será ni similar a la del multimillonario observado? Si por el contrario, agradecemos nuestra abundancia por el simple echo tener y ser capaces de crear objetivos, metas y nuevas ideas que nos permitan mejorar en todos los aspectos que queramos, no estaríamos siendo abundantes y genuinos con nosotros?
Hoy nos encontramos en un momento de constante cambio, incertidumbre y miedo. Quizás necesitamos observar nuestra prosperidad y abundancia desde el amor. En este acto, nuestra consciencia nos mostrará el camino.
Por otra parte, la prosperidad ¿No hará mención a un estado constante de algo sobre nosotros? En lo personal creo que experimentamos diariamente muchos estados de prosperidad, el primero es poder (nuevamente) despertar, respirar y vivir un día más. Además, este estado se verá afectado según nuestro sentir y pensar. Quizás la prosperidad no es lo que creamos, sino, el cómo actuamos en cada evento de nuestra vida y en consecuencia con nuestra consciencia (que puede ser más o menos “amorosa”). Puede ser que la prosperidad sea una forma de observar nuestro andar, compartir con otros, mejorar nuestra vida y ser constante. Una vez que descubrimos como llegar a un estado próspero determinado (único para cada uno), no tendremos la necesidad de comprarnos con otros o seguir un determinado modelo.
Conclusión, el amor.
En caso de que experimentemos una sana abundancia y prosperidad, es decir, pedir y agradecer en la medida perfecta para nosotros, según lo que el universo nos tiene preparado y claro, sin entrar en la codicia, avaricia, deseo y ego, estaremos cerca de poder experimentar el amor como una próxima etapa. Muchas veces miramos a nuestro alrededor y nos preguntamos ¿Qué fue del amor? ¿Dónde está? ¿Será para mí? El amor es simplemente la sensación de estar tranquilo contigo, aceptarte como eres y sientes, con tus luces y sombras, con tus juicios y todo lo que pueda tratar de aversión y avidez para contigo. Sí comprendemos la abundancia como el simple echo de ser y estar, y la prosperidad como el trascender de lo primero, habremos comprendido lo valioso que es nuestro pasar en este plano y claro, el amor por uno.
En resumen, prosperidad, abundancia y amor no se refiere al ser exitoso, acaparar, tener más o menos. Se trata de ser consciente con uno y el uno, el ser, estar y avanzar. Querernos, honrarnos y respetarnos tal y como somos, sentir y vivir cada día como una nueva oportunidad de mejorar y ser mejores.
Finalmente, si no creyera en estos 3 estados o conceptos, no estaría escribiendo este post.


