Desde hace un tiempo que veo por ahí consejos para la vida sana, tranquila y claro, lo que todos buscan, el estado de felicidad. Como buen estado la felicidad es algo que irá cambiando o mutando cada vez que nos encontremos con algo que nos genere algún grado de conflicto. Pena, rabia, ira, frustración, rencor pueden ser algunos de los indicadores de que algo no está bien con nosotros y que quizás, esto alude a nuestras sombras o simplemente a que la realidad esperada (expectativa) no se cumplió.
Uno de los desafíos que nos plantea la expectativa (a modo de ejemplo), es poder salir de ella prontamente cuando esta no se cumple, pero para qué, para no caer en la sombra o en aquello que está ahí y no queremos ver, tocar o sentir y es parte nuestra.
El tener consciencia de que todo en nuestra vida obedece a una dualidad (decidir sobre opciones), nos permitirá liberar ciertas conductas sombrías que llevamos con nosotros. Esto dado que en cada decisión, dejaremos y ganaremos algo, y en otras ocasiones simplemente ceder genuinamente sobre lo que deseamos, para que así se pueda ver manifestado el deseo del otro.
En la realidad del otro, podemos encontrar un paraíso para nuestra alma y juntos crecer y construir sobre esta.
Cada vez que tocamos la sombra se inicia un proceso que pareciera no tener fin y nos cuesta salir de el, empantanándonos en ciertas animosidades que no nos gusta sentir y que con el tiempo creemos que estas “desaparecen”, pero no, siguen ahí, incluso creciendo silenciosamente.
La sombra o nuestro lado oscuro día a día está ahí, es parte de nuestra vida y experiencia como ser humano, por lo tanto, porqué no abrazar la sombra, tal y como hacemos con nuestras luces o lo que nos gusta de nosotros . Puede parecer difícil y claro, asoma la pregunta “¿Debo abrazar mi lado malo?”, según lo que creo, absolutamente sí y vivirlo tal y cómo se vive su dualidad (lado luminoso). Lo complejo de esto es no polarizarse en un lado u otro. Podríamos recordar, que la dualidad personal es algo que nos permite evaluar y tomar desiciones, con ello podríamos mantener luz y sombra en equilibrio. Por otra parte, es imposible estar tranquilo con uno haciendo vista gorda de sus limitaciones y claro, sabiendo que están ahí.
La sombra nos entrega una constante invitación a reflexionar y experimentar lo que no sabemos (muchas veces) y no nos gusta de nosotros, eso que nos lleva a entrar en conflicto con lo que sea y sacarnos de un pseudo estado de bienestar determinado.
Quizás una mirada más holística al termino “sombra” sería el observar, conocer y trabajar nuestras frustraciones, traumas y otros (claro en acompañamiento y guía de alguien). Finalmente, no sería mejor el observar nuestras sombras como la oportunidad de liberar ciertas conductas poco prósperas para nosotros y nuestro entorno. Por otra parte, el abrazar nuestra sombra es aceptar errores, comportamientos y formas discordantes de relacionarnos con nosotros y con otros.
El abrazar nuestras sombras será entonces también, un llamado a la humildad, amor y generosidad con nuestra vida, para así reconocer nuestras “imperfecciones y perfecciones” sin generar animosidad o apego por alguna, sino, que estar en tranquilidad y equilibro con ellas cada vez que “se nos revuelve el gallinero”.
Abrazar nuestra sombra, debería ser el primer paso para una transformación profunda, consciente, consistente y duradera en nuestra vida, es el viaje que debemos recorrer para finalmente conocer lo que sabemos y no nos gusta de nosotros. Quizás es el paso previo a la tranquilidad terrenal.
Ojo, con esto no quiero indicar que la famosa frase “es que yo soy así” sea más o menos perfecta. El pensar o decir esto sólo nos lleva a una falsa aceptación nuestra, que no pretende otra cosa que marcar el paso. Creo que esta sólo demuestra el poco amor que podemos sentir por nosotros y desde esa vereda, sólo ver pasar el tiempo y nunca trabajar por ser mejores o buscar un algo que nos permita disfrutar de estados más luminosos por mayor tiempo.
El camino es uno, no podemos transitar por negro o blanco, pero sí por su amplia gama de tonalidades y colores.


